Flora Patagónica: La Araucaria o Pehuén y su Leyenda

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Nombre Común: Araucaria Araucana
Nombre en Mapudungun (Mapuche): Pehuén, Pewén
Nombre en Inglés: Monkey puzzle tree
Tamaño: Hasta 50 m.

Este árbol nativo es conocido por los nombres comunes de Araucaria, Pehuén, Pewén, Piñonero, Pino araucano. Su nombre científico es Araucaria araucana y pertenece a la familia Araucariaceae o de las araucariáceas.

La vemos en distintos lugares de la ciudad de Bariloche. En nuestros trekkings a la montaña, las encontramos en el inicio de un sendero al Cerro Otto y al finalizar la travesía Paso de Las Nubes en Puerto Frías.

LEYENDA DEL PEHUÉN (ARAUCARIA)

Desde que Nguenechen (el creador del mundo), los puso sobre la tierra, los mapuches adoraron el Pehuén. En un principio, no se atrevían a comer su fruto por considerarlo venenoso.

Ocurrió que en un crudo invierno hubo gran escasez de alimentos y comenzaron a tener mucha hambre, muriendo bastante gente. Ante esta situación, los jóvenes marcharon lejos en busca de comestibles: bulbos de amancay, hierbas, bayas y raíces, pero todos volvían con las manos vacías.

Sin embargo, Nguenechén no los abandonó, y sucedió que cuando uno de los jóvenes volvía desalentado se encontró con un anciano de larga barba blanca. Caminaron juntos, mientras el muchacho le contaba de su tribu y del hambre. El anciano lo miró con extrañeza y le preguntó:
-- "¿Acaso no son comestibles todos los piñones que están bajo los pehuenes? Cuando caen del pehuén ya están maduros. Juntándolos se podría alimentar a una familia entera".
---- "Los frutos del árbol sagrado son venenosos y son muy duros" - contestó el joven.
-- "Hijo, a partir de hoy recibirán ese alimento como un regalo de Nguenechen".
Entonces, el viejo le explicó que a los piñones había que hervirlos o tostarlos, y que en invierno había que enterrarlos para preservarlos de la helada. Apenas terminó de darle las indicaciones, el viejo desapareció. Dicho esto, el joven regresa y se lo cuenta al cacique de la tribu. Enseguida reunieron a todos y el jefe contó lo sucedido:
-- "Nguenechén ha bajado a la tierra para salvarnos. Seguiremos sus consejos y nos alimentaremos con el fruto del árbol sagrado".

Comieron en abundancia piñones hervidos y tostados haciendo una gran fiesta. Desde entonces desapareció la escasez y todos los años cosechaban grandes cantidades de piñones que guardaban bajo tierra y se mantenían frescos. Aprendieron también a fabricar el Chahuí, bebida fermentada.

Cada día, al amanecer, con un piñón en la mano o una ramita de pehuén, rezan mirando al sol:
-- "A ti te debemos nuestra vida y te rogamos a ti, nuestro padre, que no dejes morir a los pehuenes. Deben propagarse como se propagan nuestros descendientes, cuya vida te pertenece, como te pertenecen los árboles sagrados".


Estos piñones eran el alimento básico de los mapuches, quienes los consumían cocidos o tostados y fabricaban bebidas fermentadas. Utilizaban también la resina que segrega la corteza del árbol como medicina cicatrizante. Lo consideran árbol sagrado y algunas de sus ramas formaban el rehue (altar) en su Nguillatún (rogativa al Dios).

En la actualidad las semillas de araucaria son un recurso escaso en nuestros bosques, tienen limitada regeneración y son clave para la fauna silvestre nativa que depende de ellas para sobrevivir y reproducirse. En nuestros Parques Nacionales está prohibida su reproducción. Si deseás colaborar, podés tomar los piñones y plantarlos (aprendé como hacerlo).

Si querés conocer más leyendas podes visitar el sitio Identidad Cultural

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